Un contrato de préstamo es un acuerdo escrito entre dos partes que especifica la transferencia de una determinada suma de dinero u otros elementos fungibles o no fungibles con el objetivo de recibir a cambio algo comparable o igual en un plazo de tiempo predeterminado.
Es fundamental tener en cuenta que el préstamo puede ser totalmente gratuito, incluida la fianza, o puede estar sujeto a la supresión de los intereses.
Se dice que una organización financiera que ofrece una suma de dinero en una determinada divisa a un prestatario potencial y garantiza que el prestatario devolverá el dinero en unas condiciones predeterminadas está llevando a cabo un contrato de préstamo de dinero.
Cuando el beneficiario cancela el préstamo que ha contratado, debe pagar incluso los intereses y comisiones correspondientes.
¿Qué partes componen un contrato de préstamo?
La concesión de un préstamo debe ir precedida de la firma de un contrato que le otorgue validez jurídica y, en general, plenas garantías al proceso, como ocurre en la mayoría de los procesos económicos, legales o jurídicos.
Se aconseja que un abogado supervise el contrato de préstamo tras su creación, aunque no sea absolutamente necesario que el documento se presente ante notario porque puede tratarse de una transacción privada.
Es crucial darse cuenta de que, aunque esto se decida entre personas, puede que no sea lo mismo para otras personas. No obstante, todos los procesos comparten ciertos componentes.
Se enumeran a continuación:
- Importe: Es la suma que recibe el beneficiario y que debe reembolsarle. A esta suma hay que sumarle los intereses y comisiones correspondientes.
- Tipo de préstamo: Especifica el tipo de préstamo, como un préstamo hipotecario, personal o rápido.
- El interés: Es el coste en que se incurre al pedir dinero prestado.
- El vencimiento: Es el plazo de que se dispone para devolver el préstamo, intereses incluidos.
- Comisiones: son las sumas debidas por los servicios prestados directamente en relación con el préstamo.
- Las condiciones en las que el prestatario puede devolver la totalidad o una parte del dinero prestado se conocen como reembolso del principal.
Es importante señalar que las partes originales del contrato deben ser el prestatario, que debe cancelar la deuda, y el prestamista, que suele ser el banco.
También debe incluir la forma en que se entregarán los fondos o el artículo correspondiente, además de cualquier otra garantía.